Eduardo Pradilla
Contexto Operativo.

“El mundo es todo lo que acaece...

El mundo está determinado por los hechos y por ser todos los hechos...

El hecho es una combinación de objetos (entidades, cosas)...

Si todos los objetos son dados, también se dan con ellos todos los posibles hechos...

Cualquier cosa puede acaecer o no acaecer y todo el resto permanece igual.”

 

Ludwig Wittgenstein.

Tratactus Logico-Philosophicus.

“No se trata de las ideas platónicas, abstracciones que anteceden a toda percepción,  sino por el contrario,  de ideas sensibles que partiendo de la experiencia perceptiva sustraen lo eterno de la experiencia efímera de las sensaciones. Las ideas sensibles son inseparables de su manifestación sensible.”

 

                                       Maurice Merleau Ponty

“Los conceptos son la verdadera invención de la filosofía, y luego están los que podríamos denominar perceptos: los perceptos son el dominio del arte. ¿Qué son los perceptos? Un percepto es un conjunto decantado de percepciones y sensaciones que sobrevive a aquél que las experimenta.”

Gilles Deleuze

¿Qué es la filosofía?

«Para instaurar el reino de Dios sobre la tierra —decía un rabino— no es necesario cambiar todo y dar inicio a un mundo completamente nuevo: basta con mover un poquito esta taza o esta piedra o este arbusto y así todas las cosas. Pero este poquito es tan difícil de realizar que los hombres no lo consiguen y es necesario que llegue el mesías».

Parábola Judía citada por Giorgio Agamben.

La idea de que un mundo pudiera definirse como una entidad autocontenida y limitada por una serie de combinaciones de hechos posibles que suceden en su interior y que es definida por los elementos que lo conforman me atrae. La obra Contexto Operativo es una serie que proviene de mi prehistoria y puedo relacionarla con esta idea. Se trata de un trabajo universitario del año de 1985, que conservé pues me atrae la sencillez de su propuesta. Permutaciones de objetos sobre un pequeño tablero que devuelven la imagen del pensamiento en el tiempo. Configuraciones temporales que se modifican al cambiar la posición de cualquiera de sus objetos, lo que a su vez afecta la totalidad del contexto. Un pensamiento operativo, que funciona al mover cosas y combinarlas entre sí. Pequeños pensamientos en acto que tienen un potencial de variación a partir de una lógica combinatoria que en algún momento será finita pero que llevarla a cabo en su totalidad la haría inmensa. Pequeñas modificaciones o cambios que modifican la totalidad del contexto en su conjunto poniendo en movimiento al pensamiento y generando pequeños acontecimientos sensibles: perceptos.

 

La documentación fotográfica solo capta 32 variaciones de esas posibles permutaciones, las demás quedan en potencia. Un percepto es una idea sensible que cobra autonomía, su pensamiento está construido de cualidades sensibles que se separan de la experiencia inicial y permiten combinarse pues se convierten en pensamientos concretos que suceden sobre un soporte perceptivo. No son ideas platónicas sino ideas sensibles encarnadas en colores, formas, soportes, materia, movimiento, tiempo y las mediaciones que los transportan.

 

Por otra parte, estaría la idea de pequeñas infiltraciones a manera de acontecimientos que llegan al mundo mientras lo experimentamos y tienen el potencial de modificarlo, no a partir de la intención de  grandes revoluciones ideológicas tipo año cero o tabula rasa, que se ejercen a partir de grandes violencias sobre el mundo sino de pequeños eventos que se filtran al mundo y generan efectos transformativos no espectaculares pero constatables de maneras no lineales u obvias como las que desearía  una lógica inmediatista y espectacular de las  causas y los efectos. Multicausales y por tanto complejas, estas revoluciones sensibles se infiltran calladamente en lo real sin pretensiones de destruirlo sino en un efecto deconstructivo menos predecible en sus consecuencias de largo o mediano plazo. No se necesitaría de la idea de un Mesías si se estuviera abierto por momentos a las pequeñas filtraciones mesiánicas o acontecimientos inesperados que portan la diferencia y  que tienen el potencial de suceder cotidianamente en cada uno de nosotros. Estas ideas, tal vez especulativas, son algunas en las que pienso cuando observo con cariño este modesto trabajo que aún hoy conserva mis afectos.